La Directiva ATEX (ATmosphere EXplosive) que entró en vigor en la UE el 1 de julio de 2003, certifica la presencia de los requisitos necesarios de los
aspiradores, las turbinas y el resto de máquinas de acuerdo con la Norma 94/9/CE para que puedan funcionar de manera segura en ambientes con
riesgo de explosión.